miércoles, marzo 03, 2010



Oh, papi
no me digas todo de nuevo.
Te voy a arrancar de los movimientos
que hacés para vivir,
de la estructura pequeña.
Porque hay algo malo en vos,
una rara conciencia alejada
que rompe al mundo y gime.
No habrá ejercicios de resucitación.
 Y vas a llorar.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Una vorágine de momentos.

Hay quienes dicen que para nacer hay que romper un mundo. Vos que pensas?

VosQueCool.

Anónimo dijo...

Que sé reviente!!!!que le dé un síncope!!!!hay que ser pavote para encontrar un tesoro y creer que sólo pasa en las películas.....

Luciana Schubmann dijo...

ay, perdón...¿el tesoro soy yo?

Juana Guaraglia dijo...

Luciana, lo tuyo es muy bueno. Me honra que eligieras un relato mío para tu blog.
Agradezco el rescate de las nebulosas y celebro tu llegada a mi percepción.
Brindemos por eso!!!

Luciana Schubmann dijo...

Juana:no sabés la cantidad de veces que escribí y borré sobre este espacio, para decirte algo. Una sorpresa tu comentario, mi infinita gratitud.
Te celebro volviendo a leer "Noche previa", y después...capaz que "hasta dormimos y soñamos".