sábado, abril 30, 2011


               I
No había nada detrás de los tamariscos
nosotros lo sabíamos y asentíamos con
la cabeza esa verdad fabulosa.
Yo estiraba los brazos
me hacía la que volaba.
Sobre la pista de avión,
las cosechadoras dibujaban los bordes.
El verano era de los sapos,
ellos nos temían
Quedaban aplastados contra el
piso, con algo rojo en la boca
como una menthoplus de cereza.




lunes, abril 25, 2011


                             II

No importa que pensáramos que había extraterrestres en la cocina,
porque las posibilidades de morir eran escasas, o imposibles.
Al costado de la pileta habitaban los lagartos.
Aunque no los viéramos,
sus colas nos daban latigazos por debajo del trampolín.
Y crecimos con esa posibilidad
la de no morirnos en un plato volador
dejando que nuestros pies se queden
en la boca del cocodrilo.

martes, abril 19, 2011



                 III
Como en el agua éramos felices
todo lo hacíamos en el agua.
Un pez gigante en el arroyo no existe
Un pez gigante en el arroyo de las tunas, sí existe.
Cuando hacíamos la plancha él pasaba
y ondeaba  nuestros rostros
para convertirnos en niños temerosos
del gran monstruo marino.


Aguantando la respiración
se llegaba a formas no humanas
una piedra extraterrestre, por ejemplo.


Borradas  las orillas,
desarrollamos el sentido de  las algas  y
nunca  nos ahogamos.

sábado, abril 02, 2011

Lo anunciaste 
un silbido en el llano.
te paraste frente a la casa y dijiste: “este comedor está vacío
las camas están vacías”
señalaste la taza, el plato y te volviste

Estabas sola.